ARCO 2006

Varadero MAC, 1828 (2005), Miguel Ángel Campano

Estuvo bien nuestra visita de ayer a ARCO. En la puerta nos encontramos a Guillermo, que venía a grabar algunas imágenes para TVE (creo que Nuria y yo fuimos inmortalizados). Luego vimos a Susana y a Alfredo.

Un poco más tarde llegó Ciru (con sus padres, a los que hacía años que no veía). Estuvimos comentando la estupenda crítica que Francisco Calvo Serraller de El País había dedicado a la última exposición de la (reciente) obra de su tío, Miguel Ángel Campaño. En lo que a pintura se refiere, fue lo que más me gustó de ARCO. Un poco más tarde nos encontramos a dos amigos que hacía décadas que no nos veíamos. Primero a Toño y luego a Javi.

En pintura, lo dicho, me gustó lo que está haciendo Campano. No es peloteo a Ciru, es que es sorprendente y muy bueno.

En fotografía, le pregunté a Ciru por si su otro tío, Javier Campano, tenía algo por allí, pero no hubo suerte. Fotografía había mucha, aunque la vertiente digital no me pareció tan buena ni tan sorprendente. La verdad es que en cuanto a fotografía tradicional tampoco se vio nada nuevo. Muchas fotos de naves industriales destartaladas y mucho extrarradio. Un rollo. Eso si, seguro que es lo que más se vende en ARCO.

No vi apenas instalaciones, porque no había mucho tiempo y quería estar mas o menos fresco para hacerme una idea general, nunca había estado antes en ARCO. Pero seguro que vuelvo el año que viene. Es una buena forma de encontrarte con esa gente a la que ves de año en año. Aunque si consiguiese contactar con un galerista, tendría más posibilidades.

Más tarde nos fuimos a tomar una cerveza (dos) a la cafetería del Sofitel que hay en frente del recinto ferial y aprovechar para saludar a Bea. No habíamos visto todavía el lugar de trabajo de Ciru. Es el sumiller del restaurante de este hotel, el Mare Nostrum. Mientras tanto, el pianista tocaba I Should Care, un estándar de Bill Evans si no me equivoco.

¡Nosotros si que sabemos divertirnos!